Billeder på siden
PDF
ePub

Lo espuesto es ya mucho seguramente, pero no todo.

El suelo de España por la diversidad de su clima, que se traduce necesariamente en variedad de productos, parece predestinado a trabajos agrícolas. Pero por desgracía la sequedad es allí estremada en lo jeneral, formando escepcion solamente los valles del golfo de Gascuña i algunos valles elevados de las grandes cadenas de montañas que conservan sus bosques. Esta exesiva sequedad, tan dañosa a la agricultura cuyas cosechas compromete, proviene principalmente de los desmontes.

Así, se pretende que el nombre de Madrid, ciudad que era en otro tiempo un lugar de casería de los reyes de Castilla, viene de Maderil [cópia de maderas], i que el Manzanáres que corre, o que, mejor dicho, podria correr al pié de la capital española si no fuese ya apénas una hebra fluvial, era un caudaloso río cuando los alrededores se hallaban poblados de bosques espesos que han desaparecido de un todo.

He aquí, pues, otro gran elemento de decadencia; i su causa se relaciona intimamente con la misma de donde procedió la despoblacion i el réjimen o institucion de las manos muertas con tanta perseverancia sostenida a traves de los siglos.

El abatimiento en masa de los bosques es, en efecto, coetáneo de la espulsion de los moros; i a

él se ocurrió para quitar a estos esos medios de refujio i defensa. La suspicaz tiranía de la inquisicion, que mantuvo en constante inseguridad los espíritus durante tantos siglos posteriores a aquella época, no solo no era estímulo para la creacion de capitales, sino que contribuyó poderosamente a la destruccion de los ya creados, de cuyo número eran los montes que enjendran la lluvia.

Sin salir de las guerras de relijion se encuentra en la historia de España otro jermen de ruina económica, a saber, la alcabala, la mas productiva de las contribuciones percibidas en Castilla i que muchos escritores competentes por su ciencia e imparcialidad han considerado como la causa capital de la casi desaparicion de las manufacturas españolas. Este impuesto tuvo, en efecto, oríjen de las necesidades de aquella guerra. Pero me reservo para otra ocasion el exámen menos incidental de este punto, así como el de otros que demuestran menos directamente la tésis a que he consagrado esta carta.

X.

Im

La revolucion española. Las reformas ya cumplidas. portancia fundamental de lo que falta. La forma de gobierno en discusion. Los elementos íntimos del problema.

Havre, 6 de noviembre de 1868.

El gobierno provisional de España ha entrado sin demora, segun su saber i entender, en la doble vía de demolicion i reconstruccion, decretando sucesivamente:

El estrañamiento de la compañía de Jesus, la supresion de los conventos de monjas que sobrevivieron a la obra realizada por Mendizábal, ila disolucion de algunas corporaciones semi-monásticas, como la de San Vicente de Paul, que se habian organizado i desarrollado en la península durante los últimos años del reinado de Isabel II;

La libertad de imprenta bajo el imperio de la lei

comun, esto es, sin jurisdiccion especial, censura prévia, fianza, ni timbre;

La libertad de enseñanza ;

La de asociacion i reunion pacíficas;

La reorganizacion de las municipalidades con oríjen popular i alguna amplitud de facultades;

La abolicion del impuesto de consumos, o, por mejor decir, su reemplazo con uno jeneral directo.

Tal es en conjunto lo principal de lo ya hecho ; pero lo que falta es lo mas interesante, i no solo lo mas interesante, sino lo capital, lo fundamental por exelencia.

Eso ya hecho es lo comun, por así decir, lo superficial, lo accesorio, lo puramente vulgar de las revoluciones en una palabra.

Tambien ha sido proclamado, es verdad, el principio de soberanía nacional, pero esta proclamacion nada, absolutamente nada, en sí misma significa.

Lo capital, lo fundamental es, en primer lugar, el problema relijioso, no en sus formas sino en su esencia.

Lo capital, lo fundamental es, en segundo lugar, el problema de la fuerza armada.

Lo capital, lo fundamental es, en resúmen, i no solamente con relacion a España sino con relacion a todos los pueblos, el establecimiento de un mecanismo gubernamental i administrativo que asegure real

mente la libertad individual de todos i de cada uno de los asociados.

Ahora bien, la verdad práctica de semejante mecanismo es imposible, antes de la solucion de los dos problemas mencionados. Es imposible antes de la solucion del primero, a causa de todo lo que sobre la materia dije a ustedes en mi carta anterior i que no hai para qué reproducir en la presente. Es imposible ántes de la solucion del segundo, porque el ejército permanente ha sido en España, mas que en ningun otro pais, la institucion perturbadora por antonomasia.

Uno i otro problema están ademas relacionados, i mui íntimamente, con el de las finanzas, que tanto importa resolver de una manera decisiva, si se quiere que haya en España agricultura, industria, comercio, poblacion, instruccion, bienestar en fin, en lugar de abandono i miseria en el mas lato sentido de estas dos palabras que tienen tan triste elocuencia.

El problema relijioso no pide otra cosa para su primera solucion que la tolerancia, pero no solo de las creencias sino de los cultos.

« ForrigeFortsæt »